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¡Las feministas queremos un cambio sistémico, no al cambio climático!

El Grupo de Trabajo de Mujeres sobre la Financiación para el Desarrollo

Presenta

Serie de conferencias virtuales

Soluciones macro para las mujeres, las personas y el planeta

Diálogos orientados a la acción sobre las agendas macro y las crisis actuales

 

¡Las feministas queremos un cambio sistémico, no al cambio climático!

En búsqueda de un New Deal verde global feminista y decolonial

Por Denisse Vélez Martínez

 

En recientes fechas, desde las alas más progresistas del activismo, la sociedad civil, la academia e incluso la política ha resurgido y circulado un término que cada día cobra más fuerza y que se tiñe multicolor: el afamado New Deal. Lo cierto es que su traducción al español y sin un poco de contexto éste no nos dice mucho de lo que se está proponiendo frente a las múltiples crisis que atestiguamos como humanidad.

El New Deal remite a las políticas del gobierno de Roosevelt implementadas para la recuperación económica tras la Gran Depresión de los años 30 en Estados Unidos; con ese paquete de políticas se hizo frente al desempleo, el bajo nivel de salarios, la rapacidad del sector financiero, las carencias de infraestructura y las desigualdades regionales. Hoy día al término se le han agregado colores para dar cuenta de que la recuperación, y no solo por la crisis que ahora enfrentamos, debe basarse en un incremento significativo del gasto público a escala global.

El sistema económico dominante actual monta su estructura global en la tensión entre el capital y la vida; sus principios androcéntricos y coloniales que privilegian a las ganancias, al espacio mercantilizado y monetizado no funcionan para las personas ni el planeta y eso nos tiene al borde de la privatización, financiarización y precarización de la existencia. Esto tiene que cambiar, no solo para recuperarnos tras el COVID-19, sino que urgen cambios sistémicos que implican equidad, igualdad y justicia social, poniendo al centro de las decisiones a las personas.

Este fue el principal punto de encuentro en la quinta entrega de la serie de conferencias virtuales organizadas por el Grupo de Trabajo de Mujeres sobre la Financiación para el Desarrollo en colaboración con la Rosa Luxemburg Stiftung, que contó con las intervenciones de Richard Kozul-Wright, quien es director de la División de Globalización y Estrategias de Desarrollo en la UNCTAD y autor del informe Financiar un New Deal verde global, de la misma agencia; Bhumika Muchhala, abogada y activista en economía política internacional de desigualdad, derechos y justicia; Joan Carling, activista indígena de Filipinas y co-coordinadora del Grupo Principal de Pueblos Indígenas para el Desarrollo Sostenible, así como con los comentarios de Nadja Charaby, asesora principal sobre política climática en la Rosa Luxemburg Stiftung, la presentación de Tetet Nela Lauron, de la Rosa Luxemburg Stiftung y la moderación de Emilia Reyes, directora de Políticas y Presupuestos para la Igualdad y el Desarrollo Sustentable, en Equidad de Género, Ciudadanía, Trabajo y Familia.

Al inicio, Tetet Nela Lauron situó la conversación refiriéndose a la magnitud y severidad de los impactos que traería la emergencia climática si no se atiende en su origen, que es fundamentalmente un problema de justicia. Es entonces que debemos cuestionarnos cómo financiar una transición justa y equitativa como parte de una recuperación climáticamente responsiva que incluya a todo el sistema financiero. Y en ese sentido, la discusión no gira, como señaló la moderadora, en torno al factor monetario sino a la normatividad.

Un primer enfoque lo presentó Richard Kozul-Wright, quien hizo un recorrido desde la historia económica mundial para entender qué implica un “New Deal”, más allá de su generalización, como un punto de entrada a un cambio sistémico que atienda las causas de la hiperglobalización, a la que se refirió como resultado del multilateralismo de posguerra, con la mercantilización, financiarización, concentración y monopolización, contrario a la recuperación guiada por la regulación financiera y del mercado de trabajo, la agenda redistributiva y de reestructuración tras la Gran Depresión, sino basada en el poder financiero desmedido que guiaría y redefiniría las reglas del juego a nivel nacional e internacional por los próximos años. Sin duda, su participación puso en la mesa puntos clave que dan cuenta de la simpleza en la narrativa del “no dejar a nadie atrás” en los Objetivos del Desarrollo Sostenible, pues, señaló, no abordan los orígenes sistémicos de la desigualdad e inseguridad y más aun, esperan que su financiamiento provenga del capital privado para resolver problemas que este mismo ha creado y de los cuales se ha beneficiado. La propuesta es impulsar un new deal global y verde dirigido por una amplia inversión pública combinada con un conjunto de medidas holísticas en el marco de un sistema multilateral que no sea sostenido por los intereses del capital financiero y las corporaciones monopólicas, sino que tenga nuevos principios democráticos y abiertos a diferentes voces locales y regionales.

Bhumika Muchhala agregó a esta discusión una perspectiva decolonial para recordar que la crisis climática pone en evidencia las relaciones de interdependencia entre las personas y el planeta, por lo que se requiere de acción colectiva. Señaló que en primera instancia un new deal feminista y decolonial se opone a las jerarquías de raza, género, clase, casta y sexualidad que sustentan las narrativas y sistemas neoliberales, capitalistas y coloniales, así como que el colapso ecológico que experimentamos es resultado directo de un contrato social desigual en el que estas jerarquías han troquelado nuestras relaciones sociales y económicas. En su intervención también habló de las múltiples implicaciones de la colonialidad, como la dimensión extractiva vía commodities, el negocio de los fósiles, la producción de conocimiento, la concentración de la riqueza, los flujos financieros ilícitos, las deudas soberanas, la austeridad, el despojo y los sistemas alimentarios. Destacó tres puntos feministas clave para un new deal verde: i) el género como un sistema que estructura las relaciones de poder enraizadas en la división sexual del trabajo, ii) la economía del cuidado sostiene al resto de la economía monetizada, por lo que representa el mayor subsidio no pagado, es tan importante que la actual pandemia nos ha demostrado la indispensabilidad del trabajo de cuidado y las consecuencias de la falta de servicios públicos y iii) la fundamentación feminista ofrece vínculos concretos con los derechos humanos económicos y sociales de las mujeres, destacando instrumentos internacionales como la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer y la Plataforma de Acción de Beijing. Por último, delineó como componentes a sistemas económicos y productivos sustentables que incluyen pisos de protección social, ingresos básicos universales, trabajo decente, regeneración de recursos naturales, representación antirracista y feminista y gobernanza significativa.

A la riqueza de este panel se agregó la perspectiva de los pueblos indígenas con la participación de Joan Carling, quien hizo hincapié en que las poblaciones indígenas han estado al frente de la resistencia colectiva ante el colonialismo y la imposición del sistema capitalista, que son sistemas contrarios a las relaciones recíprocas con la naturaleza y a los valores para asegurar la conservación, bienestar y sobrevivencia de la flora, de la fauna y de las personas. Además, fue muy clara en definir que la crisis climática no solo hace referencia a las emisiones de carbono, sino que incluye la extracción y mercantilización de los recursos naturales por la cual se han visto despojados y desplazados territorios indígenas. Y que una transición no es solo pasar de utilizar fósiles a energías renovables, es hacerlo en un contexto de equidad y justicia social que ponga en el centro de las soluciones a las personas, siendo un punto de entrada estructural el cambiar la visión “utilitarista” sobre la naturaleza y colocar en el centro de las decisiones sobre gestión y manejo de recursos a las mujeres, pueblos indígenas y pequeños productores, pues de hecho, la población indígena, que representa solo 6.8% de la población total mundial, es la que está protegiendo 80% de la biodiversidad planetaria, dirigir el financiamiento a acciones claras en el territorio para la mitigación y adaptación y no a subsidiar a los fósiles, fortalecer la participación de todas las personas y no del poder financiero en las políticas climáticas, así como la necesidad de movimientos sociales en el territorio que vayan desde lo local hasta lo internacional y viceversa para presionar por cambios sistémicos.

Fueron muchos los puntos de encuentro para pensar en soluciones sistémicas a los que se sumaron los comentarios de Nadja Charaby sobre la problemática narrativa de “estamos juntos en esto”, pues las crisis profundizan y nos muestran las desigualdades existentes; insistió en preguntarnos ¿qué es un cambio sistémico?, para lo cual es crucial discutir al capitalismo y su relación abusiva con las personas y el planeta, que además “aspira a financiarizar cada molécula de este planeta”. También cuestionarnos ¿en qué mundo queremos vivir? ¿Qué clase de new deal? Global, sí, debemos discutir el multilateralismo y las relaciones de poder entre el Sur y Norte global. Feminista, por su puesto, visibilizando la economía del cuidado. Decolonial, sin duda, por lo cual es crucial discutir el régimen comercial y pensar en las reparaciones por el daño ecológico. Para finalizar la discusión presentó la necesaria reflexión sobre el funcionamiento del sistema financiero, que sea para las personas y no que las personas trabajen para este.

Este quinto encuentro fue motivo de múltiples interrogantes entre las y los participantes, como el papel de los ODS, la redefinición y adopción del crecimiento económico como medida comparativa de la situación de los países, la financiarización de todas las acciones y procesos posibles y su impacto en el bienestar de las personas, la garantía de derechos y la crisis climática, así como preguntarnos ¿cómo imaginamos un new deal verde global feminista y decolonial?

En esta serie de conferencias virtuales feministas sobre la estructura económica mundial hemos ido hilando que los sistemas de opresión se eslabonan para crear las condiciones de nuestras vidas, haciéndose urgente abordarlos desde lo macro, porque ¡QUEREMOS CAMBIOS SISTÉMICOS!

 

Co-convocantes Grupo de Trabajo de Mujeres sobre la Financiación para el Desarrollo:

Rosa Lizarde, directora global de Feminist Task Force. rosa.lizarde@feministtaskforce.org

Emilia Reyes, directora de Políticas y Presupuestos para la Igualdad y el Desarrollo Sustentable, en Equidad de Género, Ciudadanía, Trabajo y Familia. emilia@equidad.org.mx

 

En Equidad de Género publicaremos reseñas [EN-ES] de la serie de conferencias virtuales, las cuales estarán disponibles en Canal de YouTube de Women’s Working Group on Financing for Development.